La Reserva de Frutillar es un concepto único de parcelas reforestadas, con corredores biológicos que atraviesan cada una de ellas, incorporando los servicios esenciales para la vida actual, sin afectar el entorno natural del proyecto.
Los corredores biológicos son plantaciones de bosque nativo para la circulación de la flora y fauna del lugar. Estos corredores, que corresponden al 30% de la superficie de cada parcela, permitirán ampliar el parque en más de 30 hectáreas.